En exclusiva: Un San Gregorino de corazón

1. ¿Cuál es su opinión sobre el cine chileno en la actualidad?
El cine chileno está en un súper buen pie, porque hay una buena cantidad de películas, hay una diversidad bastante grande de temáticas. Existen bastantes cineastas jóvenes que están haciendo sus primeras películas, muchas de ellas en digital, lo que abarata los costos, esto hace que el cine no sea tan utópico, sino algo más accesible.

2. ¿Cómo ve el futuro del cine chileno?
Lo veo muy auspicioso. La cinematografía chilena es muy joven, comparada con otras de Latinoamérica o del mundo. El cine chileno tiene todo para triunfar, porque tiene temas, que muestra nuestra personalidad, nuestra esencia como chilenos, es una mezcla entre personas tímidas, personas con grandes sueños y con humor. Falta que se desarrollen un poco más los guiones, las historias para que eso se lleve a cabo. Pero creo que es una cinematografía que tiene mucho futuro. El cine chileno se ha estado premiando internacionalmente desde hace varios años, esto quiere decir que se está requiriendo mucho al cineasta chileno y a las películas provenientes de nuestro país.

3. ¿Hay mucha dificultad para hacer una película en Chile?
Cuesta mucho conseguir fondos, inversionistas, luchar para que tu película esté en los cines. Existe un tema terrible que es cuando tú ya terminas tu película, te tienes que conseguir un distribuidor y esa película, si la primera semana no lleva una buena cantidad de público, te sacan. Entonces si uno hace una cierta cantidad de copias, esas copias tienes que guardarlas en una bodega y nunca más volver a mostrarlas, es así como el riesgo puede ser muy grande, pero prevalece la pasión y las ganas de hacer películas.

4. ¿Por qué decidió que esta historia de discapacitados sea el tema de su primera película?
Más que decidirlo, yo creo que el destino me llevó a este lugar. Yo en julio de 1994 fui a trabajar con discapacitados a la población San Gregorio como voluntario. Esto fue anexo al cine, fui como católico, como persona que quiere hacer algo social para poder conocer otra realidad. Me invitaron, dormí una semana en la casa de la señora Carmen Vial, que es una pobladora de San Gregorio. Al otro día había que ir a la casa de los discapacitados, conocerlos, llevarlos a las reuniones, compartir con ellos y poder acompañarlos. Fue así como conocí a Pedro y su historia de amor.
Esta experiencia me marcó, tanto así que seguí yendo durante 10 años a San Gregorio.

5. ¿Cuánto tiempo se demoró en hacer la película?
Parte con una escritura del guión el año 1998, es cuando comienzo a darme cuenta que la historia es interesante, que podía haber algo muy bueno de contar. El año 2000 postulo al Fondart, para que me den fondos para poder hacerla, no me va bien. Vuelvo a postular el 2002 me va mal de nuevo y a la tercera el 2004 con la película ya hecha, que comenzamos a grabarla en enero del 2004, en julio de ese año me gano la plata para poder terminarla. Entonces es un proceso que por lo menos duró seis años.

6. Esta es la primera película de Andrés Rillón, ¿Cómo fue la experiencia para él?
Fue muy interesante trabajar con una persona que admiro mucho y que es muy talentoso. Para mi Andrés Rillón junto a Coco Legrand deben ser los dos mejores humoristas, dos personas que sorprenden, que saben hacer reír y que salen de lo común. Él tiene muy buenas palabras de elogio hacia mí, porque según él yo hice una muy buena dirección de actores, ya que pude dirigir a discapacitados, dirigirlo a él, a Gloria Munchmeyer y a otros actores profesionales.

7. ¿Fue difícil que el protagonista se pudiera aprender los parlamentos?
Pedro Vargas (41 años) nunca pudo aprenderse un texto. Tiene escoliosis aguda y tiene discapacidad mental limítrofe, producto de una meningitis que le dio cuando tenía un año seis meses. Eso le produjo un leve daño cerebral, que lo lleva a no poder tener retención mediata, no puede aprenderse los textos de memoria, no sabe leer ni escribir. Lo que hicimos con Pedro fue que todas las escenas que tiene la película son cosas que alguna vez él las vivió y yo las viví con él también. Hubo una parte de improvisación de Pedro y también de su talento.

8. ¿Cuáles son sus expectativas para esta película?
Mi expectativa principal es que la película pueda emocionar. Lograr emoción en el cine o en el arte es lo más difícil, hay que combinar una serie de elementos, tanto técnicos como de contenido para que la emoción fluya en la medida justa.
También, que la película pueda crear un debate en torno a los discapacitados y a sus relaciones sexuales o relaciones de pareja.
Ojalá que vaya una cantidad apreciable de público para poder pagar deudas y tener un poco de plata para mí.

9. ¿Fue difícil grabar en la población San Gregorio?
Sí, primero porque hacía mucho calor, con casas muy chicas de techos bajos, entonces se concentraba mucho el calor. En exterior con mucho calor era muy difícil para fijar la cámara, porque lo hicimos en digital, había que calcular los blancos y hacer medición de luces. También por el tema del entorno, es una población difícil, con gente que siempre estaba mirando.
Estábamos en el día 12 de rodaje y entraron tres jóvenes con escopetas y nos robaron todo, cámara digital, luces, celulares, cámaras de fotos, fue muy angustiante. Tuve que ir con los carabineros porque supuestamente habían recuperado los equipos. Toda la mitad que quedaba del rodaje tuvimos que hacerlo con resguardo policial.

10. ¿Qué pensaba la gente que vivía en la población?
Muchos no tenían idea de lo que pasaba, creían que estábamos un reportaje. Había que explicarles que era una película de discapacitados.

11. ¿Alguna anécdota que pueda contar?
Muchas cosas buenas. Hubo un clima bien bonito en el equipo, Pedro siempre transmitió alegría, ganas de hacer la película, él nos levantaba el ánimo, ese clima de humor fue muy importante para nosotros.

12. ¿Cree que el cine chileno está dejando de lado el contenido para preferir lo comercial?
Creo que hay de todo. Hay varias películas de este año que no las vería, que van derechamente a lo comercial. Está bien que se haga una película para recuperar dinero, para ser conocido y tener tus 15 minutos de fama, pero par mí el cine es mucho más que eso, es desarrollar una historia, contar tu intimidad frente a la cámara. Dar a conocer historias muy propias, muy chilenas y que eso se refleje en el que vea la película, que se emocione con el protagonista. Eso hace que la película tenga un contenido social.
Este año se ha estrenado muy buenas películas y otras muy malas que son las comerciales. “La Sagrada Familia” y “Padre Nuestro” están en la misma línea mía, tratan sobre la búsqueda interior, bien autobiográficas, de cámara documental, de historias reales.

13. ¿Tiene alguna idea para una próxima película?
Tengo una lista, la estoy escribiendo “Historias de Cuasimodo”, una historia de amor en esta fiesta.

14. Usted hizo una crítica sobre la Teletón…
Más que una crítica a la Teletón, creo que los chilenos sólo el 1 y 2 de diciembre nos hacemos los buenos, nos liberamos de culpa y nos acordamos de nuestros pobrecitos discapacitados. La crítica no es a la Teletón en sí, sino a lo que nos pasa como sociedad.

15. ¿Pedro aceptó de inmediato hacer la película?
Él quería hacer la película, él me decía que la hiciéramos. Tenemos la misma edad, 41 años, era mucho más fácil poder entenderlo, sus penas.

16. ¿Qué crítica podría hacerles a las anteriores películas chilenas que han estado en cartelera?
Me ha gustado mucho el cine chileno este último tiempo, aunque hay algunas de tipo comercial que creo que no han hecho ningún aporte y que se nota la intervención de los actores de teleseries.
Me encantan las películas jugadas, experimentales, que apuestan, que tratan de contar historias verdaderas. Aprecio mucho a Silvio Caiozzi, creo que es uno de los grandes directores chilenos, pero “Cachimba” no es su mejor película, la mejor sería “La Luna en el Espejo”.
Me han gustado las últimas películas chilenas, como “Play”, “La Sagrada Familia” y “Padre Nuestro”.